Hay una maldición que afecta al Grupo Pinta – Torrelabalonmano desde el 23 de octubre 2010. En esa fecha, cuando el equipo regresaba de Almoradí con una victoria entre las maletas del autobús, se produjo el hechizo. Y es que desde entonces, los torrelaveguenses no han conseguido ni un solo triunfo lejos de casa. Ayer, tampoco.
Los pupilos de Juan Escudero se enfrentaban al ARS Palmanaranja con la intención de mostrar la misma imagen que ofrecieron ante el Toledo hace tan solo 7 días. El hecho de estar a punto de tumbar a uno de los grandes de la liga debía servir de estímulo. Con ese referente en la cabeza, el equipo no comenzó mal. Jorge Pérez se ocupó de detener cuantos balones llegaba a su portería y los nuestros se pusieron por 0 a 3 en el marcador, gracias a dos tantos firmados por Álvaro Polo.
En vista de la situación, César Montes pidió tiempo muerto. Corría el minuto 6 de partido y ARS no había anotado. Tras la charla de su entrenador, el equipo local reaccionó y el partido se igualó. De hecho, mediado el primer acto, el tanteador era de empate a 6.
A partir de ese momento, los cordobeses rompieron el partido. Escudados en una defensa 6 – 0 bien armada y demasiado alta para la primera línea visitante, los de casa dispusieron de múltiples acciones de uno contra el portero. Además, conscientes del rendimiento que estaba dando al Grupo Pinta la conexión con el pivote, cerraron a cal y canto esa línea de pase. Además, el portero Manolo López también rayó a un gran nivel y se ocupó de desmoralizar definitivamente a los jugadores cántabros. Resultado, 6 abajo al descanso.
Lejos de mejorar, la situación se mantuvo exactamente igual en la segunda mitad. Los cántabros no eran capaces de encontrar una vía de agua en la defensa local y la renta se disparó. Al final, 32 a 20 en un partido para olvidar del Grupo Pinta.
Nota de prensa del C.D.Torrebalonmano-Grupo Pinta.
Por:A.F.M.